Sociedad

La importancia del una prueba de esfuerzo al iniciarnos en la actividad física

No hemos decidido empezar a entrenar para ponernos en peligro. Cualquier motivo que hayamos elegido es válido, excepto todo aquel motivo que afecte de manera directa a la insensatez y a nuestra integridad.

Acude a tu médico y hazte un reconocimiento

Hacerse un reconocimiento médico, sobre todo si se tienes exceso de peso o no se ha practicado deporte durante una larga temporada.

Si además eres mayor 35 años, deberías hacerte una prueba de esfuerzo. Esta prueba de esfuerzo, nos va a garantizar que estamos fuertes de corazón, por lo que realizar una pequeña inversión de tiempo y dinero en ella, es la mejor inversión que podrías hacer, independientemente del tipo de entrenamiento que vayamos a realizar, aeróbico o anaeróbico.

¿En qué consiste una prueba de esfuerzo?

Una prueba de esfuerzo consiste en preguntarle a tu cuerpo en hechos si está preparado para realizar ejercicios. 

Solemos conocer las lesiones externas que tiene nuestro cuerpo, las pero las que nos pueden dar un verdadero susto, son las lesiones internas o la falta de cierta fuerza en aparatos internos.

Son varias pruebas en las que hay un examen de postura corporal y de alineación corporal. Estas descartan descompensaciones musculares. Peso, medición y auscultación, mas una pequeña prueba de flexibilidad y fuerza.

Las valoraciones en este apartado las aprecia el médico sin necesidad de más que su fonendo y su buen hacer y después ya sí, la prueba de esfuerzo, la cual, no suele ser demasiado larga, ya que, finaliza en alrededor de 15 minutos.

La prueba de esfuerzo en sí misma

El paciente, va a realizar ejercicio guiado sobre una bicicleta estática o una cinta de correr. Ambas están igual de normalizadas.

Hablaré de la prueba de esfuerzo de la cinta, pero ambas proceden igual.

En el proceso, te ponen la máscara de análisis de gases (espirometría) y los sensores cardíacos para el electrocardiograma y se empieza a andar por la cinta. La intensidad va a ir aumentando de manera progresiva, así pues, la velocidad de la cinta sube en fracciones de 1 minuto.

Cada ciertos periodos de minutos, con un medidor de ácido láctico, cogerán una muestra de sangre del lóbulo de la oreja, para ubicar en que índice te encuentras.

Una vez llegamos a la intensidad que nuestro límite corporal permita, la prueba a acabado.

El ejemplo gráfico podemos verlo en el siguiente video:

Información que aporta una prueba de esfuerzo

  • Cuál es nuestra frecuencia cardíaca máxima.
  • Cuál es nuestro consumo máximo de oxígeno (VO2 máx)
  • Dónde se encuentra nuestro umbral aeróbico (VT1)
  • Dónde se encuentra nuestro umbral anaeróbico (VT2)

Toda esta información nos aporta un montón de datos para la planificación deportiva, pero lo verdaderamente importante, es que nos dice, sí estamos aptos para realizar ejercicio.

Una prueba de esfuerzo, dependiendo del lugar donde te la hagas, oscila entre los 100 y los 180 euros, se realizan en los centros de medicina deportiva, y pese a que son indispensables para los que quieran empezar una vida deportiva desde ceros, son indispensables también para aquellos que deseen realizar pruebas como un maratón, triatlones largos o sesiones deportivas de más de 120 minutos de duración, a los que los datos que ofrece esta prueba, les valdrá para poder planificar la intensidad de su entrenamiento.

Las pruebas de esfuerzo se realizan en los centros de medicina deportiva y suelen costar entre 100 y 180 euros. Son muy recomendables para cualquier persona que haga deporte, ya sea que esté comenzando o que desee realizarse un chequeo. Si estás pensando en realizar una prueba de alto nivel, como un maratón o un Ironman, la prueba de esfuerzo es un requisito imprescindible para tu seguridad.

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